SELMA LAGERLÖF
(1858-1940)
Selma
Ottiliana Lovisa Lagerlöf nació en Marbacka, provincia de Varmland (Suecia), el
20 de noviembre del año 1858.
La familia de Selma Lagerlöf, vivía en la casa
solariega de Mânbacka, en Suecia.
Estuvo rodeada de libros,
cuentos de hadas y cuando su padre cantaba las leyendas de Bellman, ella lo
acompañaba al clavecín.
Su abuela también le contaba
leyendas de Navidad.
Era hija del teniente Erik Gustaf Lagerlöf y de Elisabet Lovisa
Wallroth.
La familia, tras
varios años de reveses económicos que afectan a la administración de la granja,
la pierden y los hermanos de Selma se dispersan, sin embargo no pierden el
contacto, ni el cariño y siguen ayudándose.
Gracias a esa ayuda, Selma inicia en
1881, a los veintitres años, su carrera de Magisterio.
Estudió en Estocolmo en la Escuela Real Superior de Mujeres y, a
partir del año 1885, impartió clases en un colegio de Landskrona, cesando su
actividad docente diez años después para dedicar su tiempo a la literatura
cuando el rey sueco Oscar le otorgó una pensión vitalicia para que ocupase su
talento en la escritura.
En otoño de 1886 recibió una carta de
Estocolmo, y según sus propias palabras: «Cuando leí un par de líneas,
comenzaron mis manos a temblar y las letras a bailar frente a mis ojos». La
carta estaba firmada por la principal figura del movimiento feminista sueco,
Sophie Adlersparre, y la invitaba a visitarla.
Feminista
convencida, Lagerlöf dedicó gran parte de la década de 1920 a luchar por los
derechos de la mujer, en un país pionero en esos asuntos
La saga de Gösta Berling
En el año 1891 fue cuando vio la luz esta novela, una de las más
importantes de la bibliografía de esta pluma. Cuenta la historia de una granja
que está a punto de ser destruida por el malvado Sintram pero que, en el último
momento, logra salir a flote gracias a los “Los caballeros de Ekeby”. Estos son
doce jinetes valientes, entre los que se encuentra Gösta, el que da título al
libro.
La leyenda de una casa solariega
1899 fue, por su parte, el año en el que Selma Lagerlof decidió
publicar esta otra obra, también conocida como Cuento de una casa solariega, que
se ha convertido en uno de los clásicos de su bibliografía y de la literatura
de Suecia.
Gunnar Hede es el protagonista de la narración, un violinista
hechizado que cae en la locura, entre otras cosas, porque está a punto de
perder su mansión campestre. Pero en su vida se cruza la de Ingrid, una joven
huérfana que es rescatada por él.
En el tiempo que residió en Landskrona, publico la colección de cuentos Lazos invisibles y la novela Una aventura en Vineta.
El maravilloso viaje de Nils Holgersson a través de Suecia
En dos partes, entre 1906 y 1907, fue como se publicó este
libro, pieza clave de la bibliografía de esta autora y un trabajo de cabecera
para el ámbito escolar en el país de esta. Y es que por algo le fue encargado
por la Asociación Nacional de Maestros, con el claro objetivo de que les
pudiera ayudar a los niños a conocer y a amar la Geografía.
El niño que da título al trabajo es el protagonista, un pequeño
del tamaño similar al de Pulgarcito que viaja junto a una bandada de patos
salvajes recorriendo el país, debido a la migración anual que estos animales
llevan a cabo.
Selma trabajó toda su vida
con un estilo narrativo que tendía a difuminar los límites entre el sueño y la
realidad. Esta particular forma de fantasía, que en esta autora siempre mezcla
lo sobrenatural con la crítica social, es particularmente notable en "El carretero" (Körkarlen) (1912), que cuenta la historia de un hombre que muere
en la noche de Año Nuevo y debe manejar el carro de la Muerte durante todo el
año siguiente.
En la ceremonia de su nombramiento ‘justifican su elección’: la escritora había sido distinguida con el Nobel ‘en reconocimiento del elevado idealismo, la vívida imaginación y la espiritual percepción que caracterizan sus escritos’.
Sus obras, entre las que destaca El maravilloso viaje de Nils Holgersson,
se convirtió en obra de culto de la literatura infantil y fue citada incluso
como referencia en el discurso del también premio Nobel Kenzaburo Oé.
Así consiguió, por ejemplo, un visado
oficial sueco para la poetisa alemana judía Nelly Sachs, destinada por los
nazis a un campo de exterminio alemán nazi, salvándole de esta desgracia.
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