3 Horas, 16 minutos y 30 segundos…
Charles Bukowski
Se supone que soy un gran poeta
y tengo sueño por la tarde sé que la muerte es un toro gigantesco dispuesto a embestirme y tengo sueño por la tarde sé que hay guerras y hombres que pelean en el ring sé que hay buena comida, buenos vinos, buenas mujeres y tengo sueño por la tarde sé que hay una mujer que me ama y tengo sueño por la tarde, me inclino hacia el sol tras una cortina amarilla y me pregunto: ¿Adónde habrán ido las moscas del verano? Recuerdo la muerte tan sangrienta de Hemingway y tengo sueño por la tarde. Algún día no tendré sueño por la tarde algún día escribiré un poema que encenderá volcanes en las colinas que están ahí fuera pero ahora mismo tengo sueño por la tarde y alguien me pregunta «Bukowski, ¿qué hora es?» y yo contesto «3 horas, 16 minutos y 30 segundos». Me siento muy culpable, me siento asqueroso, inútil, demente, tengo sueño por las tardes, están bombardeando iglesias, bien, eso está bien, los niños montan en ponys en los parques, eso está bien, las bibliotecas están llenas de miles de libros sabios, hay música grandiosa encerrada dentro de la radio y yo tengo sueño por la tarde, tengo una rumba dentro de mí diciendo, bah, deja que lo hagan los demás, déjales que ganen, déjame dormir, el ingenio está a oscuras barriendo la oscuridad como una escoba, me voy a donde han ido la moscas del verano, intentad atraparme. |
A solas con todo el mundo
Charles Bukowski
La carne cubre el hueso
y dentro le ponen un cerebro y a veces un alma, y las mujeres arrojan jarrones contra las paredes y los hombres beben demasiado y nadie encuentra al otro pero siguen buscando de cama en cama. La carne cubre el hueso y la carne busca algo más que carne. No hay ninguna posibilidad: estamos todos atrapados por un destino singular. Nadie encuentra jamás al otro. Los tugurios se llenan los vertederos se llenan los manicomios se llenan los hospitales se llenan las tumbas se llenan nada más se llena. |
Culminación del dolor
Charles Bukowski
Oigo incluso como ríen
las montañas arriba y abajo de sus azules laderas y abajo en el agua los peces lloran y toda el agua son sus lágrimas. Oigo el agua las noches que consumo bebiendo y la tristeza se hace tan grande que la oigo en mi reloj se vuelve perillas en la cómoda, se vuelve papel sobre el suelo, se vuelve calzador, ticket de la lavandería, se vuelve humo de cigarrillo escalando un templo de oscuras enredaderas… Poco importa poco amor o poca vida no es tan malo. Lo que cuenta es observar las paredes yo nací para eso. Nací para robar rosas de las avenidas de la muerte. |
3 horas,16 minutos y 30 segundos...
ResponderEliminarSe espera de él, como escritor, que tenga creatividad pero cuando no la encuentra quisiera desaparecer. Contrasta las cosas bellas de la vida con lo espantoso. Plantea que no tiene la suficiente fuerza o no quiere o no le interesa mejorar el mundo.
A solas con todo el mundo.
Las personas necesitan encontrarse a través del alma. En esta poesía el autor afirma que cada uno tiene un destino asignado y todo tiene un final oscuro.
Culminación del dolor.
Este poema me transmite angustia, desesperanza y soledad. A su inmensa tristeza, bañada por el alcohol, la hace viajar por el tiempo, la búsqueda, lo cotidiano y lo sutil. Se conforma con lo que le tocó en la vida, con poco de lo bueno.
No me gusta la poesía, encima esto es de lo más deprimente que he leído. Sin comentarios
ResponderEliminarMe gust la poesía Esta en particular transmite angustia, desesperanza, y muscha soledad Coincido co Silvia.
ResponderEliminarADRIANA
Siento que en sus poesías deja de lado su armadura de cínico (que tal vez es autodefensiva) , y refleja mejor lo más intimo de su pensamiento sobre sí mismo y el mundo. En la primera, confiesa sin culpa su indolencia, su apatía frente a lo bello y lo horroroso. Pero ya en la segunda muestra que no es tan apático: puede sentir la soledad de la gente (“la carne busca algo más que carne”) y el vacío en esa sociedad donde sólo se llenan los tugurios, los hospitales, los vertederos y las tumbas, “nada más se llena”. Y la tercera, “Culminación del dolor”, me pareció una bellísima metáfora del dolor. Dolor que siente ese cínico, apático, renegado de Bukowski, lo cual me lleva a pensar que no es ni tan cínico, ni tan apático, ni tan renegado, y que con sus cuentos y con su poesía nos quiere decir algo así como: “acá algo anda mal”.
ResponderEliminarLas contradicciones de los lectores de poesía!! A mí me parece que; los sentimientos puestos en palabras, metáforas, etc. tienen interpretaciones y sentires tan personales, que quizá, hasta contradigan lo que el propio autor ha querido decir. Porque el dolor, la tristeza, la desesperanza y otros...no sé qué bellas palabras puedan encontrar !!!
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